El 33% del trabajo autónomo en Aragón reside en las mujeres

Las autónomas son el único colectivo que mantiene la afiliación a la Seguridad Social durante 2010

El tramo de edad más numeroso comprende de 45 a 49 años y el sector servicios es donde desarrollan su actividad.

De los 106.704 trabajadores autónomos en Aragón el pasado mes de septiembre, 35.003 son mujeres; de ellas, 3.146 están dadas de alta en el régimen especial agrario (SETA), lo que supone que un tercio del trabajo autónomo aragonés es femenino. Por provincias, Zaragoza y Teruel superan el 33% mientras que Huesca alcanza el 31%.

Desde enero de este año, la cifra de autónomas aragonesas se mantiene en las 31.860 altas; si bien es cierto que desde mayo hasta agosto la cifra rozaba 32.000 con un incremento constante mensual, la cifra aportada por la Seguridad Social para el mes de septiembre ha hecho que esta cifra se iguale con la de enero. Parecido ha sido el comportamiento en el trabajo autónomo femenino enmarcado en el SETA, si bien existe una leve tendencia a la baja pasando de 3.182 altas en enero a 3.153 en la actualidad.

Estas cifran demuestran que mientras el Trabajo Autónomo en Aragón se ha cobrado más de 1.500 bajas hasta septiembre de 2010, el índice femenino permanece constante.

Aunque hay que remarcar que de enero de 2009 a enero de 2010 se computan 566 bajas en el sector femenino a las que hay que sumar 47 del régimen agrario.

Por sectores de actividad, el sector servicios es el mayoritario, seguido de la agricultura y la industria. Por edades el tramo más significativo tanto en 2009 como en este año es el que comprende a mujeres de 45 a 49 años (un 32% del trabajo autónomo en ese tramo de edad); seguido del tramo de edad comprendido entre los 40 a 44 años (32%) y por último el tramo de edad que va desde los 50 a los 54 años que si bien es menos numeroso (5.031), supone un 34% del trabajo autónomo total en esa edad.

Para UPTA Aragón, estos datos demuestran un alto nivel de resistencia y mantenimiento del empleo autónomo entre las mujeres, así como una mayor incorporación de nuevas mujeres a la Seguridad Social, especialmente entre las trabajadoras inmigrantes, que se expanden en los nuevos sectores económicos de servicios personales y a las familias.